sábado, mayo 21, 2005

canto ácido

canto ácido

a Miguel Ángel Leos


uno escribe y se adentra a la ciudad
se viste de monje ermitaño azul
se sienta en el bar a mirar el América-Chivas,
el Boca-River, el BarÇa-Real Madrid
la multitud en espera del tan codiciado gol
los 22 en la cancha y Raúl Ortega jugando con la clavícula rota
a punto de hacerse pedazos
anota en la red que hace que su equipo se vista de gloria
y yo digo cuídate chico de sacar suspiros a estos 40 mil hombres
no te vayan a devorar por completo
esta ciudad prohíbe la guardia nacional
y no se puede hablar de silencios cuando un balón toca la red
destruye las botellas que estaban bebiendo
los parabrisas de los carros truenan
la puta suspira al doble por los noventas minutos de infatigable cansancio
el mendigo de la calle hace su agosto con el pidemoneda y limpiaparabrisas
no hay mejor festejo si no es adentro de cualquier vagina que grita
penetrada el gol de Raúl Ortega
aunque los disturbios hayan arrojado a 6 detenidos
uno por violación, y los restantes por robo y asesinato
(eso decía la nota roja)
Raúl Ortega es el héroe y se merece los honores
yo me digo ¡cuídate chico de arrancar suspiros a estos 40 mil hombres¡
porque la semana había sido dura para ellos
la fábrica pidió tiempo extra y no pagó ninguna
y José Martínez necesitaba urgentemente comprar otro mundo
porque a su hijo se le rompió el que tenía
y el precio por otro es excesivamente alto:
lavar baños, soportar al jefe, y agradecerle que fue generoso
al no regresarte a casa por no haber llegado de manera puntual
este país no es para güevones irresponsables
esta hecho para petrificar la memoria y los sueños
para cambiar lágrimas por un rostro duro
para desquitar la vida a punta de vergazos
para enfermar a la mujer hinchándole el vientre con el dolor de un parto
porque no hay futuro
porque el futuro es un patrón que te impedirá que te jubiles
que te obligará a buscar a la puta con la que contagiarás a tu mujer
que obligará a pedir que la chupen sin caricias
porque al mundo le faltan piezas caducas
y un técnico en desarme nuclear
porque esto es una bomba que explota todos los días
y te hace caminar y caminar y entrar a los bares para no recordar
lo que han dicho de ti
que golpeaste a tu mujer hasta dejarla inconciente y le hiciste el peor daño
que estas enfermo de una enfermedad enfermiza a punto de la muerte
de poca curabilidad
como una enfermedad venérea que se adueña de ti
y te hace títere abandonado por su miedo

--y dígame señor doctor qué tengo—
--le duele señor X López la luna en sus ojos
le falta lenguaje y tiene microbios en los hongos
le han crecido las uñas en los pies y es grave
no es normal
quien le ha dicho que es normal le miente
no deje que lo engañen
se ve que su amor lo ha dejado en el extremo
que orina en sus zapatos—

así es señor doctor anoche estuve cociendo flores
dicen que alivian
pero he notado que la luna y la tarde poco a poco se van enterrando
los labios de mi mujer se alejan y se pierden en el café que no tomaré nunca
ya me declaré loco y dije que fornicaba con el viento y con el árbol
ahora estoy loco de locura póstuma y expedita
se me llena la boca de ceniza
estoy loco señor doctor y tengo un corazón en el corazón señor doctor
un anciano que me grita que me calme
yo no puedo hacer para que el pito se vuelva flácido y deje de estar eyaculando
es que vi carrozas con novias arriba
y supe que los noticieros no hablaban del tema
señor doctor señor doctor estoy solo y usted lo sabe
como la puta del 10 que vive en ese cascarón resquebrajado
ella no tiene más familiar que la santa muerte
el borracho del 13 que siempre desquita sus monedas apedreándole su vientre
o el padrote que la golpea y la hace mártir
ella es una virgen y un cielo
me lo dicen sus labios inferiores donde mi lengua hace falta
yo también sé que es tener la soledad encima follándote
sé lo que se siente amarrarte la liga del brazo para que no se sienta
no me mire mientras hago esto, acepto que me vea desnudo
pero no poniéndome putazos
(la inercia hace que me siga clavando y destruyéndome)
no lo permito, me da vergüenza
mejor abre tus brazos e imagina que vuelas
que sales por la ventana
la soledad me hunde y no quiero que te hundas
ayer estaba en la primera fila y la puta se acercó a chuparla
el rostro en la pantalla cambiaba de manera grotesca y constante
se proyectaba el total padecimiento de las soledades violentas
al cuál mas queriendo chupar la polla
en el baño para damas los homosexuales no dejaban de cogerse
yo tengo espanto de las enfermedades venéreas
lloro de miedo agrias lágrimas blancas que la puta recoge con su boca
a eso vengo
a masturbarme y a ser masturbado
a desquitar con la mano lo que mis testículos me reprochan y reprimen
vengo a eso a internarme en las butacas de al fondo
a llorar lagrimadamente sucio en la espera de las luces
a eso vengo a que mi pito se sienta libre
me da pena llegar a casa y encontrar un mar de recados y cartas devueltas
abrir la revista del New York Times que no habla de Paul
el que se fue a la guerra porque le hicieron creer que era necesario
yo lo veo vestido de marine con su rifle y no puedo creer en lo que pasa
el no supo de los muertos en Bagdad o Palestina
le acomodaron la bandera y el día de su funeral hablaban en los honores
que su muerte no era en vano
y yo que nunca conocí a Paul
también me encierro en la guerra mínima de mi cuarto
mi cuerpo se pierde, se muere y resucita
escucho los continuos recados
Germán me cuenta de su constante temor de haber contraído el SIDA
Leticia me dice que la poesía es una enfermedad venérea
Víctor se cambió el nombre a Zafiro y los implantes le salieron baratos
el otro Víctor tuvo que cuidar a su hija
y a su mujer que terminó excesivamente ebria en una reunión
Eduardo se casa y me pide que vaya a su boda
Villa me dice que ha nacido su primer hijo
Zahira me habla de su viaje a Argentina
Nylsa del dolor por el desprendimiento de Hugo
Diego y Juan me cuentan de su primer libro
Rocío me habla de su incapacidad para tener estabilidad

yo también me pierdo cuando llego a casa y miro las grietas que amanecieron
las de hoy más las de ayer se unieron para deshacerse de mi
sé que buscan ponerme la cuerda al cuello
hacerme flotar y bailar en el aire
yo también soy inestable:
¿dónde quedó Beth? ¿dónde quedó Beth?
Beth:
le amarraron las patas y el hocico al camaleón que decía ser cocodrilo
lo humillaron frente a mi
le pidieron lo que se había robado
dijo a su vez que había sido robado y parecía pedir clemencia
Beth: es un hijo de la chingada y me da pena
siento lástima por los cocodrilos que sueñan con las alas
y no son concientes que los cocodrilos no vuelan
el nunca hablará como nosotros, no sabe del lenguaje que tu y yo conocemos
me da pena ver a los que decían haberme creado caer estrepitosamente
a ti te llegó la señora a estrecharte en los brazos
y se llevó para sí la marginación, la misma que plantó en mi
ahora míralos, tan indefensos y tan patéticos
tan necesitados y tan olvidados
míralos, Beth, míralos, míralos, míralos
cómo se divierten los cerdos en el festín de las mentiras
la ruleta sube y baja
tu y yo más ellos hacemos el canto ácido
el canto que entona el mendigo mal vestido que anoche estuvo inhalando y follando
y embrutecido pidió al más chico que lo masturbara
y el más chico accedió porque confiaba en robarle
¿a dónde fueron a parar esas monedas?
a un espiral descendente
al bar de la mesera de nalgas grandes
al bar gay y a su rocola
a un super con cervezas
a una orgía con sus canalas
a comprar un cielo menos metafísico
y espejos, marihuana y condones
a llenarle la pucha de mecos a la puta del Kartier
a chingarme la nariz para secarme la conciencia
a elevarme al cielo como un cristo redimido
vengan todos y escúpanle la cara a este pobre dios
tengan lástima y apedréenlo
no importa si llora, mátenlo, no tengan compasión
no esta noche que mueren los jodidos
no esta noche que amaneció tirado
y con el rostro clavado en el suelo
no los verá, no los reconocerá
esparzan sus cenizas al lado este de la playa
y nunca cuenten lo que pasó
nunca digan que eran un pobre pendejo que escribía
mejor entonen mi canto, el canto de la rabia
invoquen el polvo, el polvo, el polvo
el polvo de un dios dolido y muerto