Abigael
Bojorquez (Corboca 1936 – Hermosillo 1995)
AGUSTIN
(NOTICIA DE
MUERTE CON LA QUE SE CONSTERNA UN CUATE, AL ESCUCHAR POR LA RADIO, VELORIO,
PASIÓN Y SHOW CON EL QUE EL CADAVER DE AGUSTÍN LARA, QUE MURIÓ DESPUES DE
FUNDAR UN HUERTO)
A los cinco y minutos de
la tarde del sexto día
y en la última pesca de
sirenas, a la que concurrió
como simple curioso
por tener un fémur
quebrado y el corazón a punto del poema,
murió Agustín Lara,
músico, poeta y flaco,
como un pajarito de sí
mismo,
y dando un ronco grito de
rey viejo
que inventó su retraso.
En noviembre de mil
novecientos setenta
Y con el soñar trizado en
lo más blando,
murió,
en el último turno de sol,
Agustín Lara,
casi sin equipaje;
y me duele hasta el vaso
que no cesa,
el otoño que se levanta y
anda,
y la canción,
aunque yo sepa que un día
como el de hoy
toda canción se trunca,
como las golondrinas de azúcar
glass
que ya no le cupieron
en el corazón.
Mientras tanto, señoras y
señores,
hacemos un envío de
micrófonos a la X.E.W.
La Voz de la América
Latina desde México
adelante compañero;
y dentro de breves
instantes,
vamos a constatar que
todos nuestros cantores,
artistas y demás no
encuentran palabras
para expresarse
la chaparrita de oro Dora María no dice nada
porque no tiene palabras.
porque no tiene palabras.
entrevista Alemán Velasco
a Libertad Lamarque
la que tampoco encuentra
palabras con qué expresar su dolor
y a través de la que
estamos muy trijtes
y todo le ha chegado al
alma;
Jorge Mistral llorando
tequilísimas lágrimas
dice que quisiera estar
acompañando allí adentro
en el cajón
y viene Linda Arce y nadie
quería darnos una razón
y esto es horrible
horrible,
Joselito Huerta opina que
es un enorme honor
que el mejor flaco del
mundo
hubiera muerto en México,
y todos están
encantadísimos con los pormenores del show,
los que le conocieron
cuando muy niño,
los que conocieron a su
papá y a la Chata Sozaya,
los que presenciaron su
ascendimiento
los que ahora se apretujan
para que descienda requetebién;
y hace su aparición Ana
María Fernández, su primera interprete
que viene desde Honolulú
esquina con Niño Perdido,
y se habla del enorme
huevo que deja vacío
y del que va a llenar;
y los locutores tampoco
tienen palabras
con qué hacerse entender,
irreparable, inenarrable,
dicen, no se ha muerto Agustín,
no lo puedo creer, sólo se
nos ha adelantado;
y Ana María González,
aferrada al micrófono,
dice que España toda llora
entre misa y misa
partido y partido, genuflexión
y mentada y genuflexión
y Olga Guillot no dice que
Cuba llora,
pero nosotros sabemos que
sí,
mientras que el mundo está
de luto y ay, Agustín
que estás allí escuchando,
y aguas, que se desmaya
Amparo Montes;
y atraviesa la pasarela
Juan Zaizar y dice:
primero vino Revancha y
luego Mujer y Rosa,
Te vendes, María bonita,
Imposible y Pecadora;
y los compositores que
están bastante hablantines para su edad,
dicen que se resienten
retristes,
y, mano te quiero decir
que se nos ha ido al hoyo
las más grandes cabezas y
Alvaro Carrillo y Tata Nacho
y ya nos tocará;
y mañana lo velaremos en
Bellas Artes, pero en un pasillo;
y será sepultado en la
super retonta de los hombres sin lustre,
precisamente atrasito de
Juventino Rosas, hermano del alma;
y dentro de quince días,
cuando las difusoras,
las discotecas,
los clubes de admiradores
y el niño, dicen,
y el adulto con su
chamarra, su Alarma bajo el brazo
y el cansancio reflejado
en su rostro,
viene a entregar su corona
de flores, dicen,
con Agustín se va una
parte de nosotros, dicen,
con Agustín perdemos al pupitre
y el primer amor, dicen;
y ya que siempre no
pongan listones negros en
las fachadas de las casas,
y hasta el hocico de los comentaristas,
se olvidarán,
y aparece Chavela Durán
confundida con el pueblo de México
y tampoco tienen palabras;
y Chela Campos
“la dama del bastón de
cristal”, hace su entrada
pero con bastón de Apizaco
(los tiempos cambian, claro),
y nadie ha visto a Toña la
Negra por ninguna parte
-será por el color-;
las tres almejas no caben
por la puerta, calma, primero una;
ahí está Pedro Vargas,
pobrecito, y Ninón no pudo venir
porque está crudísima;
le habla Zabludowsky a la
Félix a París; lo siente mucho,
pero no tiene palabras con
qué expresar su modorra;
pero señora, son las cinco
de la mañana en París,
por eso ya dije que lo siento mucho;
qué más quiere que le diga?
(Y cuelga en un largo bostezo sin acordarse de Acapulco);
mientras el Flaco de Oro
toca y canta y canta y canta
desde sus innumerables discos y entre entrevistas y entredichos
que para qué
si no tienen palabras con qué expresarse,
mientras hacemos un nuevo envío de micrófonos
a la X.E.W., adelante, compañero,
y mira tú qué lindo gusanito en la frente de Agustín,
y ya no lo dejes caer más en tentación, Señor,
ya recógetelo y líbrale de todo mal comentario;
Consuelito Velázquez habla de doscientos cincuenta mil
pesos,
eso sí, que recibía regularmente Agustín por regalías
y que si no hay herederos pasarán al Fondo de Músicos
y más de cuatro no tienen palabras con qué expresar
su codicia,
mientras amanece el primer día
sin Agustín vivo
sobre
la
tierra.
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