Nuestra Señora del
Carmen
un cohete
agujera el cielo
las aves en
desbandada anuncian procesión
los instrumentos
de cuerda
levantan el
ánimo de las mujeres mohosas
que depositan el
hambre y el mal agüero
de la familia
en las oraciones
y letanías más gastadas, indiferentes y sordas que ellas:
primer misterio:
“la violación del instante por el divino”
los primeros
nacieron de los dolores del parto
los siguientes
hincharon con hambre e ignorancia
las barrigas de
las mujeres chamagosas
hubo mucha leche
para poblar la tierra
para vivir en
los terrenos olvidados del futuro:
el borracho se
alista para la procesión
gasta canciones
mata su hígado
dirige en
reversa los músicos
al frente el
padre José comanda su ejército de sevillanas
atrás el
borracho ríe y no le importa su olor
las oraciones se
lanzan al vacío para agradecer la desgracias
y la falta de
visión a un mismo tiempo:
segundo
misterio: “los nueve meses que el vientre
sufrió
como castigo”
la chingada
parió demasiados hijos
lo mismo gatos
que perros, o cualquiera de nosotros
lo mismo eran
las putas que las ratas insensibles o
los niños
mancillados
éramos fornicio
frente a imágenes religiosas
éramos república
de parias frente a nuestros maestros
éramos desamparo
volando papalotes, jugando chichilegua
dibujando
bebeleches para esperar nuestro turno:
tercer misterio:
“el nacimiento del hijo de la chingada”
la procesión
sigue su curso
bendice los
campos y la cosecha del año
bendice los
tractores, la pequeña escuela, la familia y el alimento
los pájaros
el borracho que
lanza injurias y blasfemias de una vida auténtica
nació el mayor
de los hermanos (y también el menor)
nació porque
estaba escrito que no existiera génesis ni éxodos
un muerto es lo
que alimentamos en casa diariamente
se ríe y pide
comida del árbol de la desdicha
es el hijo de la
chingada: míralo como mueve sus manos y está alegre
dormirá en tus
brazos para que no sienta de golpe los lamentos
jugará solo con
el perro en la casa de aire, con el caparazón húmedo
festejemos con
las canciones más estúpidas, ahoguemos en alcohol
todos los
insectos para que aprenda a coleccionar desgracias fermentadas:
cuarto misterio:
“la presentación del niño a su corona de
espinas”
entre mazorcas
pepenadas mirábamos como el horizonte no se
sostiene sobre
las casas malhechas
allá los payasos
después de la función bebían, y mostraban sus
penes en señal
de masturbación
los más chicos
que nada entendían le tocaban la verga para
hacerse de
monedas
los que
estudiábamos nos sumergíamos entre cuadernos
y libros de
textos
los que
jugábamos en la calle lavábamos coches y barríamos banquetas
vendíamos pan,
flores, huesos, la raíz ¿quién quiere comprar raíz?
tener entre sus
dientes un poco del desamparo y mascarlo
tendrá por
dentro un arbusto o un árbol y sus ojos serán ramas
todo lo que vea
será la vista estática
quinto misterio:
“la muerte sin la cruz”
en la primera
descarga todos voltearon a la calle para saber qué pasaba
-es común- se
está peleando la plaza, cualquiera quisiera tener el control
de las ventas
la semana pasada
un muerto y dos heridos nos reafirmaban la situación
no se trata de
cambiar el país
los libros no estaban
adaptados a las condiciones extremas
-y no hablo de
pobreza-
los muertos ya
han sido muchos, la cruces que se plantan en las banquetas
ya son muchas,
es el hartazgo al miedo y la impunidad
en la segunda
descarga comenzamos a refugiarnos
el asesino huía
despavorido y desesperado –sin proponerlo lo miramos a los ojos-
un cuerpo tirado
bocabajo con la sangre regada hecha un mar
segundo cuerpo
tirado a unos metros
los que vimos
los ojos del asesino no podíamos dormir
las imágenes de
lo sucedido serán frescas de por vida
no era el futuro
descrito en los juegos de la escuela
no fue el futuro
descrito en la aulas, era verborragia
era el infinito
acercándose a nosotros, era sobrellevar
no es la
pobreza, es sobrevivir, es verborragia, el novenario eterno:
padre nuestro no
dejes que se pierda para siempre la capacidad
de mirar al
hombre como no solo materia
no dejes que me
convierta en presa-depredadora
no dejes que
venga la virgen de los excrementos a pedir más sangre
dios te salve
maría, yo también tengo miedo de escuchar la miseria
interna y verla
en la calle
¿cómo puedo ver
niños así: armados con pistolas, quitando la vida
como un juego
macabro, como palabras hechas fuego
poemas con
esquirlas, poemas infrahumanos, palabras huecas, palabras
a un miedo
atroz, con una arrogancia mortal, con una soberbia asesina
a punto de jalar
el gatillo:
Verborragia
verborragia
verborragia
verborragia
verborragia
verborragia
Señor ten piedad de nosotros
Jesucristo óyenos:
Jesucristo escúchanos
Padre celestial que eres un solo dios ruega por nosotros:
calles que
vienen a eternizar las agonías y las desgracias ruega por nosotros:
Santa Fe: calles
pasadas que nunca tuvieron una cama para acostar los niños en un sueño
olvidado
Santa Ana: no
dejes que por tus banquetas aparezcan las flores de la muerte, las que retoñan
con veladoras y dan como flor una espiga, que nos llenan de lágrimas y nos
carcome
Periférico: no
nos encierres entre carros que tienen prisa y cobran vidas a su paso, no nos
dejes los puentes solo para cruzar, detén el relieve para mirar el horizonte
tan largo y lleno de coches con pájaros nocturnos
Santa Mónica: no
permitas más pistolas, disparos y esquirlas bendecidas; deja que la procesión
pase tranquila, que lo más insano sea el borracho de atrás y lo más patético el
padre José con su ejército de sevillanas
Acueducto:
regresa los maizales, el campo, carretillas con mulas, los elotes y el viejo
camino al pueblo
Santa Mercedes:
regresa los papalotes, el empedrado, el camino a la escuela. No importa que el
café lo tomemos con tortilla dura en un cuarto agrietado y con goteras
Santa Catalina:
engáñanos nuevamente con un futuro, vuelve a meternos a casa con el aviso que
mañana hay escuela, regrésanos a las aulas para soñar historias pasadas con los
héroes
Santa Clara:
abre tu molino y tu tortillería, sembraremos, cosecharemos, pepenaremos maíz,
cortaremos girasoles, y soñaremos con elevar carrizos y cometas encendidas
Santa Paula:
reclamaremos la barranca de tierra pómez como nuestra, abriremos el parque
aunque tengamos que compartirlo con los vagos
Santa Esther:
cuida al emigrante que marcha de la colonia porque su futuro lo balearon a la
vista y con el miedo de todos. Dile adiós y no permitas que regrese
Santa Rosa:
prepárate para fiesta religiosa, para recibir a Nuestra Señora del Carmen, para
esperar los juegos mecánicos, el hot cakes, los molletes y los juegos
pirotécnicos: festejemos con torito prendido, y que sean los buscapiés las
únicas luces estruendosas que escuchemos en la calle
Santa Lucrecia:
entierra a tus muertos rápido y olvida lo que aquí sucedió, déjalos solos,
olvida la frente y la espalda baleada, olvida las ventas y el lucha por el
control del territorio y prepárate para terminar la procesión, que tus muertos
saludan al ejercito de sevillanas del padre José
Santa Teresa:
encierra a tu asesino, cierra los ojos de tu asesino, cierra la tienda y deja
que los niños jueguen sin pistolas, que los niños se emocionen con la corona
del castillo subida a lo más alto, deja que llegue a las nubes y provoque la
lluvia: nada abra para acabar con el desamparo congénito que traemos en la
sangre, escucharemos historias increíbles que se incrustarán en nosotros
haciéndonos tenaces y persistentes
Santa Martha:
cúranos, protégenos y sálvanos: no permitas que mueran las palabras, que los
poemas sean solo la calle, la angustia, el descaro
Santa Margarita:
las aves en desbandada anuncian procesión
los instrumentos
de cuerda levantan el ánimo de las mujeres mohosas
que depositan el
hambre y el mal agüero de la familia en las oraciones y letanías más gastadas
que ellas
1.
tema para una canción cualquiera
llovía con poco de
hielo y estábamos en la ciudad
interna, haciendo los
propósitos de cada año y alejándonos
“un día la distancia
será para siempre nosotros”
será el agua la
distancia más próxima, la más callada y no lloraremos:
es difícil la situación
interna cuando llueve:
hay temblores, y los
temblores invocan temblores pretéritos,
el temblor de las gotas quema
es difícil describir lo
que sucede, responder a lo que pasa, tener respuestas
hubiese escrito solo
para reconstruir ciudades si existiera la seguridad que ninguna
mano, (por amorosa que
sea) no destruiría
nada
estos son los poemas
que se escriben desde lejos, no en distancias
sino en el tiempo
¿qué tenemos para hoy?
flores y los ánimos deshechos, una colección
de anillos que no
sirvieron para sellar compromisos, la piel desgastada y un aullido
casi sordo, las copas,
vino blanco, paisajes y tus ojos
los recuerdos se
desprenden como un
diente de león viento
mostaza semilla de cártamo
se caen las palabras
como los días del calendario
el gato gordo maúlla
para que llegue la noche y se lleve el inventario
de las cosas vanas que se
diluyen
los poemas quedan
atorados como las estacas o las astillas que echan raíces
son frases frustradas y
absurdas como un grito sordo
los significados se
pierden y vuelven borrosos, los sentidos se mueren
en los gatos de la
noche
2. canción de la ausencia
éramos los poetas del
barrio
los que siempre traían
entre sus manos un poco de licor
en alguna botella
escondida
los que fumábamos
marihuana de vez en cuando
en el cuando
cuando recitábamos las
cosas más intrascendentes
¿dónde quedaron tus brazos
y tus labios?
ya no somos, ya no
seremos los borrachos grotescos
los amantes olvidados
de la esquina
¿dónde están las
profundamente estúpidas pláticas
en el patio de la
escuela?
inventamos trescientos
días en apenas unas cuantas horas
contenidas en nuestros
cuerpos que recogíamos con nuestras lenguas
una a una como si
fueran monedas o pequeñas migas
que recoge el mendigo
entonces
hablábamos de la lluvia
efímera para que los arroyos no dolieran
cuando se formaban en
la cicatrices
abrir la flor era abrir
las alas sin nombrar al insecto
que mirábamos chupar de
la corola
3. balada para un poema inconcluso
no dejaba de tocar la
guitarra, cuando toca
regresan los días de
niño, aparece nuevamente el barrio
es como si de pronto el
requinto supiera
que el sonido que llega
directo removiera los pasajes internos
es imposible que no
nazcan ríos y ríos:
cuatro elementos son
los que tiene el agua:
una mañana caía bajo
las notas sobre la fuente y allí nos bañábamos
todos juntos, nuestros
cuerpos era la melodía
no había conciencia
una canción (la ronda
matinal de los que crecen
ahogando el fuego)
el siguiente elemento
eran las palabras, la composición de las letras
y el sonido que
producen los fonemas:
un tren que pasa
demasiado lento para que los viajeros suban y no descansen
el sonido de las flores
el sonido que producen
los colores vivos y los payasos y los caballitos del mar
el sonido de un largo y
pesado viaje de ausencias, de renuncias
el sonido de un alfiler
el sonido de un temblor
de viento:
una vez jugando
provoqué una herida que sangró durante 365 días multiplicado
por los años que hay en
instante
no sabía de soledades,
ni de esta manera de entender el dolor
borrando de las
ausencias las imágenes:
el tercer elemento era
el vino y la música que evoca:
la fiesta del barrio
con sus juegos pirotécnicos
la posibilidad de ser
nosotros quienes juegan a la ronda
a la cometa encendida
los que olemos a
barrio, a tierra mojada, a calles de piedra
qué hermoso niño, que
hermoso juega
la luz que da a su rostro
nos deja impávidos
queremos ser el,
queremos jugar sin el mayor remordimiento
unadostres
por todos los que miran el mundo que desde aquí los veo
los
miro palpar, esconderse, lastimarse, engañarse
fornicar
con el desconocido, aventarse las ruinas
predicar
con la culpa, llevar la culpa a cuestas
hoy me embriagaré hasta
que la última gota de sangre sea drenada
hoy dormiré
hoy cantaré
el cuarto elemento que
tiene el agua se evapora como un temblor:
soy el yo
la obsidiana o el jade
la lanza, el poema roto
e inconcluso, tus días que llegan
a poblar con cercanías
versos rotos, penumbras
las canciones que ya no
son canciones
el cuarto elemento
es tu voz
la villa
A
los niños de la villa en Acatlán de Juárez
arréglate; ¡mira que
los campos se llenarán de la gente que
desea reverdecer
después del eclipse!
qué te podrás hoy: el
vestido oscuro lo has portado con infinidad
el amarillo no queda
para esperar el día y la noche sentados
el vestido de arena y
el de pasto no están a la altura de tal acontecimiento
¿el verde?, o ¿el vestido de agua? tu cuerpo
desnudo es lo
suficiente delgado para
que transpire el viento (no se notará
cuando las notas de la
lluvia o del polvo floten como el diente
de león que dejaste ir
para que regrese):
no es necesario que te
explique que duele las vértebras del mundo:
yo los miré brincando,
jugando, despedazándose
jugaban con la pelota
descalzos y todo lo que no tenían los hacían felices
no se preocupaban que
la vida fuera una piedra:
se asombraban del
bosque de lo poco que tenía el otro
lo codiciaban y no lo
codiciaban
¿quién se puede
explicar la vida con un par de agujetas, un
cuaderno desgastado y
un pedazo de periódico de la
vida que no conocen?
tú sabes que estoy en
lo correcto, (de no ser así no estaría
buscando nubes):
hoy vino la tristeza a
buscarme (le abrí convencido que
permanecería unos
segundos)
hoy vino la carga dura
de los días junto al agua
(hacía calor, quise
refrescarme …)
hoy vino el diablo (el
siempre viene)
di instrucciones de no
recibir ninguna llamada y
no atender ninguna
visita, pero tú sabes lo que
está en juego:
hoy pensaba en ti: un
pensamiento que solo se apareció
de improvisto, no
llamó, no pidió reservaciones, ni
tampoco tocó la puerta:
-toc-toc-
- ¿quién llama?-
- la miseria y el ave
del mal agüero-
¿ves? nadie me conoce
mejor que tú
toco tu cuerpo para
provocar los espasmos
tu mano siempre lo
dirige (se retuerce)
gime y se traga para si
un grito (que se calma después de la explosión)
¿lo ves?
a veces veo que los
ladrillos se caen como si cayeran fichas
en esos momentos no estás
maldigo
lloro
reviento las cosas
me reclamo
exploto
una vez así estuve por
horas (pensativo)
entre las sábanas
maldiciendo las horas
anteriores y las posteriores: la existencia
(la tuya y la mía)
el traspatio de la casa
era más grande de lo habitual
en las horas siguientes
no cabía; la casa se hizo más chica y más grande
asfixiaba y se volvía
tan desierto que la poblé de moscas
allí estuve perdido por
días: (algunos días tienen el hambre y otros
un pedazo de pan
partido, ovarios, días sodomitas)
cómo no pensar entonces
que el pobre ebrio se murió unos instantes
cuando ya no estabas:
las canciones que se
escuchan son temores de luciérnagas apagadas
están tristes como el
deseo de mejorar la situación
están ebrias:
lejos del mar; el
pueblo; la barca; la palpitación en un segundo
lejos del mar; la
mañana; tu cuerpo flotante; los colibríes maduros
lejos del mar; tu
balcón; un largo hotel de paso; nosotros
lejos del mar; tú
no lloraremos para
brindar un amargo, cuando termine la fiesta tu también pedirás partir del
planeta
(lo desearás, sé que lo
desearás)
siempre se van de la
existencia la música y la poesía
la putilla ofrece
tu cuerpo está tan
desolado que lo que necesita
es quien lo remiende,
quién lo fornique y se lo lleve en pedazos
¿no ves tu rostro? ¿eso
es un rostro?
es repugnante que en la
noche no haya comida en casa
que la mesa no espere,
sino los trastos viejos y sucios
dónde quedó la
esperanza, dónde quedaste tu:
cerveza a medio tomar:
(amarga, silenciosa)
¿viste la foto?
la tomaron hace un par
de días: allí todo parece feliz y no corresponde
nos divertimos mucho
dentro de ese cilindro giratorio
yo hacía por correr más
rápido como hamsters y logré
que ambos cayéramos (el
niño que se ve allí tirado se llama Guadalupe)
moríamos de risas
alegres y cualquiera se
contagiaba de eso
éramos parte
éramos todos uno solo
era que (de pronto) no
importaba ninguna situación
no importaba si no
había mañana o que las noticias
nunca dieran una
esperanza (tú sabes que los periódicos no dejan lugares entre las crisis
mundiales que
nos afectan más a
nosotros)
éramos felices, con una
felicidad ingenua y exquisita
si mañana no tenía
trabajo no importaba
era más importante
caer, tener raspones, jugar
(como no lo hacíamos
desde niños, recordando (o dejando que fluyera)
lo que aprendimos)
¿ves? ¿sabes a lo que
me refiero?
en el pizarrón uno
desdobla pensamientos, encuentra paradojas
reviste el mundo
la soledad de los gises
y el eterno color verde
revelan siempre que el
mundo no está construido:
¿cómo se vería el mundo
acabado en las manos de los niños
que ponen atención a
sus lecciones?
¿sería igual a este?
¿será quizá un elefante
blanco?
vi ejércitos en las
calles y en las carreteras
la gente se espantaba,
corría y buscaban refugios
-era obvio- que entre
los civiles estuvieran a quienes buscaban
gritaban, maldecían,
nos llamaban perros, hijos de su puta madre
yo silbé, me acordé de
ti (qué estaríamos haciendo ahora)
las ráfagas iban a
todas direcciones –es la guerra- dijo un comandante
dispararon y yo
silbé: ninguna de las balas tenían mi
destino
ninguna de las balas
traían como destino la muerte
no murió nadie (qué
estaríamos haciendo ahora)
es verdad que te
extraño, que llegan las horas como una lluvia
nos empapan, hacemos
charcos, bailamos, las flores que no
nombramos, (sino que el
silencio florece cuando el agua
es lenguaje más exacto
para dos cuerpos en ausencia) se deshacen en
nuestra lengua:
hoy pensé en ti
nuevamente:
una cerveza a medio
tomar (amarga, silenciosa):
la distancia que hay
entre las líneas paralelas fue la clase de hoy
¿sabías por ejemplo que
por más que se prolonguen
no van a encontrarse
nunca?
¿sabías que si trazas
una línea desde el cielo hasta tus pies
debes llamarla línea
vertical?
¿sabías que si trazas
una línea que vaya de tus ojos a donde se
pierde la vista, allá
donde la tierra se junta con el cielo, la debes
llamar línea
horizontal?
¿y que las líneas que
forman dos ángulos de noventa grados
debes llamarlas líneas
perpendiculares?
¿qué pasa entonces con
la vertical y la horizontal de nuestros cuerpos?
llevo presente la
perpendicularidad que formamos cuando nos quitamos las sombras
(ese traje pesado que
vestimos muy a diario) aspiramos, nos olemos, proyectamos
a un punto distante,
nos trasladamos a los silencios, los habitamos, creamos espacios
para que la parte de
nosotros nos reconozca (se reproduzca):
el deseo de que las
cosas cambien se manifiesta en nosotros:
una hoja de color puede
llenarse de letras y posibilidad de que la familia
llegue es tan grande
que los pensamientos vienen antes que
cualquier rostro
querido
la buganvilla son las
semillas de la espera, y las semillas germinan
en los niños que
esperan con ansía el domingo de visita:
sobre una hoja de papel
se abren ventanas, puertas
y las puertas y las
ventanas cortan y abren distancias
un pájaro vuela al
desdoblar la hoja
un árbol crece, una
caricia (responde al llamado, a la necesidad de no olvidar
que somos felices, que
estamos contentos, que ninguna hambre importa, que
ninguna situación (por
ruda que parezca) quita esta importancia de ser niños)
una hoja se desdobla y
las palabras tejen el mundo
de tal manera que si le
cierras los ojos a tu madre –niño-
le haces ver los peces,
la ropa tendida al sol, la tierra, tu ausencia
nunca olvidas, que sus
palabras (y la conjunción de ellas) llevan tu tierra
que en si muere tu
lengua, se muere los días festivos, se muere las palabras
que tus padres
pronunciaron para despedirte, se muere tu raza, los días de guardar y los días
religiosos, los castillos, la banda del pueblo, los ovarios de las mujeres que
esperan ansiosas tu regreso (cuando seas hombre):
se muere para siempre:
si una sola palabra se
muere: tu pueblo como los colibríes que ya no encuentran flores, se mueren porque
se muere el eco y la sombra:
un día regresarás a
quitar (para siempre) los días funestos, sembrarás en los ovarios, sudarás la
tierra y llorarás hijos;
siempre es bienvenida
la zarigüeya que tiene entre sus patas espuma
siempre es bienvenida
la marmota triste con sus canciones
las lunas paridas por
tu vientre
tu olor a coco y a
gatopardo salvaje
b i e n v e n i d o s :
el gato gordo de la
vecina que todo los días maúlla sólo por maullar, para no dejarnos dormir
porque es su capricho
la incapacidad capilar
de la que habla Murakami
las historias de
policías y ladrones y las historias de vaqueros contra apaches
la mosca atrapada en tu
ovario
bienvenidos los
recuerdos:
el triciclo apache los
nintendos los yoyos duncan las revistas el trompo
la escuela primaria los
días lluviosos y las salidas temprano con paletas de hielo
bienvenida la cumbia la
charand, el mezcal el tequila y los condones,
bienvenida tu hermana y
tu madre la gorda
bienvenidas putas y
putos ¡pinches culeros!
bienvenidos los lentes
las sillas la música el piso los White Stripes,
bienvenidos las aulas
los gises las tristezas la lap top las memorias USB la pornografía
bienvenidos los lobos
el aullido la noche los tacones y las tangas minúsculas
bienvenidos tus
reclamos tu esperanza tus golpes camarita canon
bienvenido la brisa y
el mar y los ojos cerrados con gaviotas y la playa mayate
bienvenidas calles del
centro la feria municipal las pastillas rosas y las del siguiente día
bienvenidos –
bienvenidos – bienvenidos – bienvenidos
el departamento pronto
oscurecerá y será la hora
moriremos sólo unos
segundos: cuando despierte el dinosaurio no le digan que ya no está en el
cuento
cuando despierte el
dinosaurio hágale creer que sigue dormido y que disfrute del eclipse
cuando despierte
Blancanieves no le cuenten que sus enanos murieron esperando que despertara
cuando despierte Lois
Lane no le digas que Superman se fugó para siempre en un tren de vagabundos
cuando despierte Walt
Whitman ofrécele las hojas más secas de América
hoy nos dormiremos nos
drogaremos fornicaremos hoy hoy hoy hoy hoy
hoy escucharemos a
Velvet Underground a Lou Reed Los White Stripes y a Cream
hoy morderé tus labios
hasta que el mar salga de ellos
hoy el tiempo será una
metáfora de murciélagos caídos en un poema de José Carlos Becerra
hoy los cerdos estarán
esperando que la noche llegue en el día para salir a cantar su victoria
hoy los cerdos estarán
volando sobre las margaritas que te nacen en el rostro
hoy amamantarás a los
cerdos
les dirás nunca siempre
jamás desde luego
hoy será el día y el
vestido oscuro ya lo has portado con infinidad
el amarillo no queda
para esperar el día y la noche sentados
el vestido de arena y
el de pasto no están a la altura de tal acontecimiento
¿el verde?, o ¿el
vestido de agua? tu cuerpo desnudo es lo
suficiente delgado para
que transpire el viento (no se notará
cuando las notas de la
lluvia o del polvo floten como el diente
de león que dejaste ir
para que regrese):
arréglate; ¡mira que
los campos se llenarán de la gente que
desea reverdecer
después del eclipse!
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