domingo, diciembre 08, 2013

Sobre los comentarios de Felipe Ponce en Replicante (Qué espero den derecho de réplica)



Es sagrado el derecho de cualquier persona al Autoaprendizaje, dentro de él , los alumnos deben enseñarse a investigar. Como profesores solo debemos ser los guías, pero quienes deben descubrir su mundo son ellos. A ellos les pertenece, es parte de su educación, de su presente y de su futuro. Ser “Promotor de lectura” o ser “Promotor Cultural” implica otras situaciones o circunstancias. Pero como promotor de lectura, antes que promover el libro, promueves precisamente eso “La lectura” y esta no es exclusiva de los libros. Los libros tienen una función didáctica, también educan. Pero el proceso de enseñanza es más complejo y quizá lo entendemos mejor los que participamos directamente de él.

Sobre los comentarios de Felipe Ponce, en su Columna invitada en el periódico Mural, publicado Perfil», suplemento de «Mural», Guadalajara, 6 de diciembre de 2013, página 4. Debo aclarar como profesor de la preparatoria 20 y responsable de la Academia de Comunicación.

La visita de Ales Steger corresponde a una actividad académica. Como parte del desarrollo de las habilidades y competencias que el alumno debe desarrollar, el alumno hizo una investigación sobre el escritor: su ficha curricular y sus poemas. Encontraron el link de Internet http://www.artepoetica.net/Ales_Steger.htm, desde esa página y con ese PDF que está para cualquier persona que lo desee consultar, ellos crearon sus propias antologías, las cuales estaban diseñadas con:

Una portada
Un índice
Un prólogo (Escrito por ellos mismos)
Y los poemas en cuestión

Es decir un trabajo escolar sobre el escritor que nos visitó.

Al final del proyecto que concluyó con la visita de Ales Steger, los alumnos quedaron impactados por la personalidad y la franqueza del escritor a quién agradecemos profundamente su visita. Fue un verdadero trabajo de Autoaprendizaje.


Neri Tello

Todo poema es un viaje sobre los poemas de Ales Steger




Lanzar las palabras como monedas al aire, no para que caigan con una determinada cara, sino para que el vuelo sea el punto de partida, para que las palabras sea el principio de toda posibilidad, para que sea la poesía quien comience y nos orille al viaje. Tomar las palabras como un vehículo que nos advierte el camino que trae como adherencia el destino.

Adonde sea que vayas
Donde sea que tu sombra se mezcle con extraños
Sabes que al lugar donde te estoy esperando ya no regresarás
Y que quien te espera ya no soy yo
Por eso ve por sombras, que te eleven por los aires
Como una alfombra mágica, y te lleven al otro lado del corazón.

Todo poema es un viaje. En ellos nos internamos, ponemos en juego la experiencia, lo vivimos, nos llenamos de significado. Toda la vida cabe en un poema. En todo poema hay una vida que se construye y se complementa. El poema otorga sentidos, otorga una invitación a mirar las cosas desde otras perspectivas, a redescubrir el mundo y ponernos a nosotros en lugar de las cosas.
En Ales Steger, las pequeñas cosas contienen el universo, las miramos hacia abajo, el universo se esconde, para insinuarnos, para reclamar nuestra atención, para decirnos aquí estamos, para darle un nuevo sentido a las cosas:

Cuando cierras los ojos, ves el poema.
Vaciado de la firmeza de todas las cosas que a escondidas
Deseas
Te recuerda a una habitación recién blanqueada
Que el verano olvidó cerrarle la puerta y las ventanas
Pero también eso es sólo una alusión insuficiente a las
Imágenes de mundo físico.

La relación de las cosas pequeñas con el mundo, preconiza el viaje interno, la introspectiva, el viaje a “a nosotros”, donde el diálogo hacia el “otro”, no es más que nuestro diálogo interno, hacia el centro de nuestro ser. Allí donde las decadencias no tienen el sentido de la destrucción y, la paz es un elemento de búsqueda y de equilibrio.

Aquí el viaje tiene sentido, el poeta toma las palabras que se han convertido en viaje, se ha despojado de si, lo indispensable significa reflexión, meditación, reinvención. La adquisición de nuevos sentidos. Lo que ya se había nombrado vuelve a parecer, todo vuelve a sentir, se re significan las cosas a partir del rompimiento con las mismas. La metáfora ocupa su lugar, lo que está en el lugar de las cosas es una idea re significada, la metáfora ocupa su lugar: el lugar de las cosas, de la poesía que lo significa todo.

Cuando todavía era un niño
Leí acerca de las dos maneras en que mueren las estrellas
En el primer caso la estrella comienza a enfriarse (…)
En el segundo caso la estrella a contraerse
A través de millones de años cada unos de sus átomos, cada gota de luz
Cada deseo, cada pensamiento, cada esperanza tiende
Hacia un centro inexistente
La agonía termina cuando toda la estrella con su atmosfera
Se condensa hasta alcanzar el tamaño de una pelota de tenis
Todo se convierte en centro, masa y gravedad infinito


La metáfora que ocupó su lugar se convierte en el gran seductor de las cosas, el viajero camina hacia las ciudades, las seduce y al mismo tiempo es seducido, hay en él una personalidad dominante hacia las cosas, pero la palabra lo seduce. En este juego las fronteras se desvanecen, el poeta es viaje y tanto se ha despojado de todo lo que le constituye permanencia, se ha convertido en un extranjero, en un exiliado, lo han seducido Arabia, Cachemira, Sandweder, Europa… En cada una de estas ciudades a podido llegar a donde las postales no logran trasmitir las sensaciones y los sentidos de los lugares, ha llegado a las esencias, a la metáfora.

Llega a casa con la renovación a cuestas, las cosas se vuelven familiares, sin embargo han adquirido otro sentido, la extrañeza y el desencanto lo llevan nuevamente a la búsqueda, el poeta es entonces un ser que no tiene sino la búsqueda como destino.