lunes, octubre 22, 2007

poema de Miguel Piñero

“La bodega vendía sueños”

Escribí este poema en el avión y dice así:

Soñé que era poeta, escribiendo canciones para navegar en plata
Poderosas palabras chocan contra las paredes de acero y asfalto erguidas en pensamientos débiles…
y las mentes sollozan en los que duermen

Sustituye el pasatiempo de la colección de envoltorios…
para impregnar jóvenes ideas estancadas

Soñé que era un poeta

Las palabras brillan doradas y empieza otra fiebre del oro…
en bodegas, donde cantan canciones y poemas de poetas

Pero la luz del sol se cuela por las persianas venecianas…
y los ojos odian el curso del tiempo

Relojes sudando, jurando esclavos de la ultima moneda
Un asombroso viaje de una moneda

El sudor insulta el orgullo del poeta
Palabras que se pasan en rojo y avanzan en verde

Sueños de poetas que terminan en una factoría
Es uno de un millón desapercibido por una bodega
Así que sueña

Miguel Piñero

Escritor, poeta, reportero, actor, ladron y drogo
1946-1988

martes, octubre 16, 2007

Miguel Piñero

cuando se nace lejos de cualquier tierra
en la nada, la nacionalidad que se adquiere
es la del lobo que con sus colmillos devora
cualquier intento de identidad

¿qué pensaste en la cárcel?
sólo la plagas -se diría de ti-
son sensibles en cualquier sitio
y solo tú
podías ser un mesías
que aunque entregara su vida
no salvaría a ninguna sangre
mucho menos la tuya
a la tuya
el problema de ser un cristo drogadicto
¿qué dicen tus hermanos puertorriqueños?
a ¿quién salvar, para quién redimirse?

para los nuyorcains los únicos ángeles
del lado este de la playa,
y a New York el paraíso de un poeta marginado

los teóricos dirán que es un problema étnico
los filósofos dirán que es un problema de decadencia
yo simplemente creo
que el problema
es esta condición
de los sin patria
en una ciudad
a la que no pertenecen
éramos los poetas del barrio
los que siempre
traían entre sus manos un poco de licor
en alguna botella escondida
los que fumábamos marihuana de vez en cuando
en el cuando
cuando solíamos recitar y nos enamorábamos
de los cosas más intrascendentes:
devoramos libros
nos tatuamos
en cada esquina de nuestros cuerpos

¿donde quedaron tus brazos, y tus labios?
ya no somos, ya no seremos los borrachos grotescos
los amantes olvidados de la esquina

¿donde están las profundamente estúpidas pláticas
en el patio de la escuela?

y lo digo así
porque inventamos trescientos días en apenas unas cuantas horas
contenidas en nuestros cuerpos que recogíamos con nuestras lenguas
una a una como si fueran monedas o pequeñas migas
que recoge el mendigo

entonces
hablábamos de la lluvia efímera
para que los arroyos no dolieran
cuando se formaban en la cicatrices
y el abrir la flor
era abrir las alas
sin nombrar al insecto
que mirábamos
chupar de la corola

***

tú sabes a que me refiero
con tatuarme un insecto
de esas características
en específico

espero con las lluvias
los charcos más profundos

volaré sin buscarte

algo dentro
dice
que un niño
conservó la libélula
en un hilo

jueves, octubre 11, 2007

Neri Tello



http://www.youtube.com/watch?v=11OtJrgQ1ko









Santa Margarita
A Marlene Zertuche


retengo la memoria para que las calles no se vayan
no es un acto romántico, ni de añoranza, pero conforme
el humo del tabaco se confunde con el olor a hollín
y la prostituta que se para en la esquina de la avenida
la mente juega a regresar, a perderse en el tiempo
como un adulto que recuerda al niño que fue mancillado
todo se pierde, como si el destino de las cosas fuera la absoluta
pérdida, la retención de la nada, la nada
que no cause ningún estrago, o el deseo en otro pasado
sobre el futuro que vendría y sería mejor
cuando la calle no era pavimento, si no los pies descalzos
de sus niños que jugaban con dibujos hechos en la tierra
o con los hoyos, o con los palos de escoba:
corríamos uno tras el otro, en la danza
de los niños una burbuja subía, lo mismo que un cometa encendido
que encendía primero el cielo
y después lo que hay en él
entonces jugábamos a los luchadores, a las pistolas, a la quinta
rueda que caía con la noche; las puertas se abrían en cada casa
y de las voces salían el anuncio que mañana había escuela y ya era tarde
hoy sé que la inocencia existe en la no inocencia
o en la mirada perdida del niño que mira desafiante
y me pregunta que hago estos barrios, porque estos barrio son terrenos
de la gente que crece, entre la coca y la mariguana
sólo me limito a decir que vivo también en la colonia
y me mira como un pobre diablo que la mala suerte
lo hizo caminar por la calle equivocada, mira
y dice que vaya tranquilo pero que no me meta con nadie
el es el dueño de la colonia, y todos los otros que con él están
son guerreros que todos días se rifan la vida
al menos en este juego de violencia callejera
con sus juguetes policía-drogas-sexo-
los que no entramos somos los que no hacemos nada, los tibios
los que de alguna forma llevamos una vida mediocre
como ellos dicen, sin meternos con nadie
sin que nuestros nombres figuren como los de ellos
que toda la colonia conoce
ahora la patrulla subió a la golfa y le pidió la mamada para seguir
trabajando
yo me sigo fumando mis recuerdos, no los
de una colonia perdida como un puto que por la noches
ofrece su cuerpo a los transeúntes, los servicios para tener
la boca pegada una verga más amarga que su vida
todos aquí buscan la mejor forma que encontrar la existencia
las notas de la ciudad es una canción punk mal hecha
o la notas de una canción de banda que hace juego entre la vida estridente
donde los coros son las comadres que a diario que se quejan de la vida de los vagos
de las señoras que a diario sermonean con otra vida que ya no está
que no se acuerdan que el vecino del 366 se dedicaba al robo y al asalto
que el vecino del 356 se cogió en sus años a la de 345 y a la del 380
que en otros años se tocaron Los Bukis, Los Tukas, La Revolución de Emiliano
no recuerdan, ya no recuerdan, ya solo son una piedra o monumento viviente de otra época
mientras yo, en la total indiferencia, fumo un cigarro y termino mi cerveza

miércoles, septiembre 12, 2007

Señorita Cometa

sabes bien qué intención tienen las palabras
qué jamás le dirán a otros lo que a tí te dicen
quizá para otros no tengan un sentido específico

aunque te esfuerces en no escuchar ningun
fonema articulado
al final la unión de las sílabas y los silencios
harán comprender la importancia y necesidad
de las palabras

para otros será diferente:

los críticos encontrarán la falta de experiencia en el manejo del lenguaje retórico
los estudiosos la falta de expresión poética
lo que hace que el poema pierda el valor estético
para algunos será una lectura de vanguardia
mal asimilada y desfasada de tiempo
quizá pocos encuentren actractivo
el juego de imágenes mezcladas con las asonancias
y quizá, para los demás
sea otro poema que despues de lograr
su fugaz impacto se desecha

pero para tí no
tus ojos hierven conforme cada línea da paso a otra
la lectura te agita el corazón
y no hay lugar en tu cuerpo
que no invadan las palabras

lunes, julio 09, 2007

dictamen

he leído cada una de las líneas que usted escribió y
que generosamente ha hecho llegar a esta editorial
es lamentable suponer que la vida
por sí sola es digna de escribirse
y se lo digo porque sería más honroso
hornear un pastel, ver una telenovela
o ser un simple lector de historias rosas
que escribir por el hecho de escribir
sin una necesidad o intención en ello

no niego que la vida sea un gran detonante
y que las pequeñas historias son tan sólo
un minúsculo elemento revelador del instante
pero ¿es justificable que dispare en cada verso
el dolor que no siente?
se lo digo porque Vallejo estaría revolcándose
él nunca tuvo la intención de escribir
una poesía reveladora
sólo se concretó a escribir de la forma
que necesitaba hacerlo
de la manera en que lo iba padeciendo
sin más intención que la palabra fluyera
y logró la comunión del dolor que
usted y yo sentimos
y no de la forma de sentir el dolor
sino del dolor que se ha sentido en cualquier época
del dolor universal que todos sentimos
y al decirlo (o dejar que la palabra lo dijera)
nos hermanó
y el tiempo que ha transcurrido se volvió un instante

martes, junio 26, 2007


Consuelo y Farid

viernes, junio 15, 2007

la cerveza acompaña la soledad monstruosa de ser hombre
en las cantinas los trapos viejos beben mucho y fuman
soy yo y yo soy la otra mitad de una historia que no
tiene por qué ser contada
soy en la medida de mis sombras como un lobo mal parido. La
muerte o las muertes en esta ciudad de ciudades
decadentes abren sus ojos para burlarse y yo me burlo de
mí, le debo a la desesperanza lo que soy, lo que
tienen mis ojos son sus imágenes pornográficas, con ellas y en
ellas padezco aún más la soledad de las calles que buscan lo
que no encuentran y encuentran tan sólo la puta más generosa:
una rivera dentro un rostro quemado, como un nido cálido donde se apaciguan las tormentas:
¿qué soy? los secretos no vienen como respuesta, sino que violentan una
niña muerta y abandonada::::::::::
--admito que la condena debería ser repartida entre todos, todos
fornicamos con la puta y hasta ella misma estuvo sodomizándose-
señor policía claro que fui la pieza clave para que esto sucediera
pero dígame señor juez ¿qué hice? porque yo sé que también usted es culpable
y todos somos, los presentes son culpables, lo que sucede es que nadie acepta
lo que corresponde de escoria, de mierda, o ¿preguntó a su
madre si fue concebido y engendrado con todo el amor que profesa?
ahora señor juez, señor policía, al término del acto estaré muerto, y lo hablo
porque duelen las ausencias y los errores que cometimos: asesinaron los corazones más cálidos: asesinamos el cielo y lo pintamos para que nadie supiera lo que
hicimos con el futuro que no era nuestro

yo en otra vida fui esclavo
ahora entiendo también que las otras vidas no existen
cuando quiero escupir traigo a mi mente su cara:
los semáforos se ponen en siga, los autos arrancan los motores
voy veloz, tomo las curvas procurando no chocar de lleno
este concepto de libertad lo adquirí del joven fresa, del hombre
rosa-amarillo, procuro no imitar, sólo sentir el aire violento por las ventanillas
escuchar música veloz, el hit parede, como lo dice una filosofía por vender
y a seguir: yo señor juez le pongo la pistola en la frente:

¡PUM!
con el estallido las mareas suben, y el ahogado bailando
da el espectáculo más hermoso, sólo yo, las gaviotas y los peces que no se escondieron
de los pelícanos lo observamos. Tengo un alma sensible y me conmueve
lloraré sin tener ningún remordimiento, cuando llegue a la bahía le prenderé fuego
alrededor de la fogata bailaremos desnudos, ustedes también señor juez y señor
policía bailaran, hay una pistola y siempre habrá una pistola para hermanarnos
siempre habrá siglos que no repriman, ahora mírela a ella
baila para que usted toque sus senos, para que hunda sus dedos en su vagina
¡CUIDADO con meter toda la mano o la cabeza!
ella es una vampira roja, una mujer cálidamente fría, arropada con las manos
que la visten y los ojos que desnudan:
se baña con la saliva que la estremece
ella no los desea, sólo desea la lengua jugueteando
en las cicatrices, en las arrugas, en la boca reconstruida con hebras resistentes
y sus manos femeninas quieren manos femeninas, un poco de coca
y un beso que funda los cuerpos por un instante, solo el instante de la bala que ingresa
al cuerpo:

PUM
el cuerpo se llena de calor, todos ardemos y bailamos al mismo tiempo
las plantas de los pies se hacen tierra, y la tierra descompone lo inservible:
¿qué pasa señor juez, tiene miedo? es normal porque se ha permitido soñar
con la cabeza de la victima, se ha permitido soñar en la noche cuando
llega a la cama y besa a su esposa, y no le comenta nada de lo sucedido
cuando llega a casa, señor policía abre el refrigerador, toma una cerveza y enciende un cigarro
las imágenes que recrea es el felatio de la puta, el chico del macanazo
y sus quejidos, el vomito con sangre, y la risa maquiavélica, el entorno
gris de que pide suplicio; la noche es la triste máscara con la que maquillamos nuestro rostro.


canción 90
a Edwin, Chiva y Zahira
Los que esto investigan
Presuponen que siempre ha sido así
Chiva


en el 94 kurt se daba un tiro por la boca
Michel Jackson ya no sonaba en las listas y su vida estaba envuelta en escándalos
la música eran los Radiohead, Björk, Dead can dance, Red Hot Chili Pepper, The Verve
mi pobre angelito acaparaba las taquillas del cine junto con Parque Jurásico
las políticas de Regan habían endurecido sus raíces
Marcos irrumpía en el sur y proclamaba libertad
Jordan era un héroe que combatía contra monstruos al lado de Busg Bony
Gloria Trevi salía de calendarios y de los labios de Monsivaís
la PGR se metía en un hoyo con los casos de Colosio y Ruiz Massieu
no era novedad que el PRI de Salinas se fuera en picada
la tele bombardeaba con Acapulco Fest y Bervely Hills
Freedy y Chucky reinaban en el miedo de los pubertos
México por fin ganaba una Copa Confederaciones FIFA
recuerdo largo camino a la secu conviviendo con el Konan y con Vega
su fama se extendía a más de 50 peleas ganadas a putazos
yo era el ñoño rebelde de la escuela al que todos le ponían madrazos
que pasaba fácil de Becker y Nervo a Shun Lee y Rio de Stree Fighting
sin poder terminar ningún videojuego
la trece y la dieciocho dominaban y se dividían el barrio
la onda era vestir como caricatura de los 60’s o 70’s
resucitar a Jim Morrison, Jimi Hendrix o Janis Joplin
estamparnos en las camisas al Che
aborrecer a Pancho Barraza y a Vicente Fernández
leer a Sartre a Cortázar a Baudelaire o Rimbaud
juntarlos con Cuca, con Caifanes, Victimas, Héroes y Aterciopelados
algunos estallamos con el gol del Tilón y el campeonato Chiva
Campos y Luís García eran las glorias nacionales
no era novedad que la década pasáramos la vida lamentando
y llorando a moco de coca lo que pasaba en el mundo


Santa Margarita
A Marlene Zertuche

retengo la memoria para que las calles no se vayan
no es un acto romántico, ni de añoranza, pero conforme
el humo del tabaco se confunde con el olor a hollín
y la prostituta que se para en la esquina de la avenida
la mente juega a regresar, a perderse en el tiempo
como un adulto que recuerda al niño que fue mancillado
todo se pierde, como si el destino de las cosas fuera la absoluta
pérdida, la retención de la nada, la nada
que no cause ningún estrago, o el deseo en otro pasado
sobre el futuro que vendría y sería mejor
cuando la calle no era pavimento, si no los pies descalzos
de sus niños que jugaban con dibujos hechos en la tierra
o con los hoyos, o con los palos de escoba:
corríamos uno tras el otro, en la danza
de los niños una burbuja subía, lo mismo que un cometa encendido
que encendía primero el cielo
y después lo que hay en él
entonces jugábamos a los luchadores, a las pistolas, a la quinta
rueda que caía con la noche; las puertas se abrían en cada casa
y de las voces salían el anuncio que mañana había escuela y ya era tarde
hoy sé que la inocencia existe en la no inocencia
o en la mirada perdida del niño que mira desafiante
y me pregunta que hago estos barrios, porque estos barrio son terrenos
de la gente que crece, entre la coca y la mariguana
sólo me limito a decir que vivo también en la colonia
y me mira como un pobre diablo que la mala suerte
lo hizo caminar por la calle equivocada, mira
y dice que vaya tranquilo pero que no me meta con nadie
el es el dueño de la colonia, y todos los otros que con él están
son guerreros que todos días se rifan la vida
al menos en este juego de violencia callejera
con sus juguetes policía-drogas-sexo-
los que no entramos somos los que no hacemos nada, los tibios
los que de alguna forma llevamos una vida mediocre
como ellos dicen, sin meternos con nadie
sin que nuestros nombres figuren como los de ellos
que toda la colonia conoce
ahora la patrulla subió a la golfa y le pidió la mamada para seguir
trabajando
yo me sigo fumando mis recuerdos, no los
de una colonia perdida como un puto que por la noches
ofrece su cuerpo a los transeúntes, los servicios para tener
la boca pegada una verga más amarga que su vida
todos aquí buscan la mejor forma que encontrar la existencia
las notas de la ciudad es una canción punk mal hecha
o la notas de una canción de banda que hace juego entre la vida estridente
donde los coros son las comadres que a diario que se quejan de la vida de los vagos
de las señoras que a diario sermonean con otra vida que ya no está
que no se acuerdan que el vecino del 366 se dedicaba al robo y al asalto
que el vecino del 356 se cogió en sus años a la de 345 y a la del 380
que en otros años se tocaron Los Bukis, Los Tukas, La Revolución de Emiliano
no recuerdan, ya no recuerdan, ya solo son una piedra o monumento viviente de otra época
mientras yo, en la total indiferencia, fumo un cigarro y termino mi cerveza