lunes, agosto 09, 2021





Nuestra Señora del Carmen

 

 

un cohete agujera el cielo

las aves en desbandada anuncian procesión

los instrumentos de cuerda

levantan el ánimo de las mujeres mohosas

que depositan el hambre y el mal agüero

de la familia

en las oraciones y letanías más gastadas, indiferentes y sordas que ellas:

primer misterio: “la violación del instante por el divino

los primeros nacieron de los dolores del parto

los siguientes hincharon con hambre e ignorancia

las barrigas de las mujeres chamagosas

hubo mucha leche para poblar la tierra

para vivir en los terrenos olvidados del futuro:

el borracho se alista para la procesión

gasta canciones

mata su hígado

dirige en reversa los músicos

al frente el padre José comanda su ejército de sevillanas

atrás el borracho ríe y no le importa su olor

las oraciones se lanzan al vacío para agradecer la desgracias

y la falta de visión a un mismo tiempo:

segundo misterio: “los nueve meses que el vientre sufrió

como castigo”

la chingada parió demasiados hijos

lo mismo gatos que perros, o cualquiera de nosotros

lo mismo eran las putas que las ratas insensibles o

los niños mancillados

éramos fornicio frente a imágenes religiosas

éramos república de parias frente a nuestros maestros

éramos desamparo volando papalotes, jugando chichilegua

dibujando bebeleches para esperar nuestro turno:

tercer misterio: “el nacimiento del hijo de la chingada

la procesión sigue su curso

bendice los campos y la cosecha del año

bendice los tractores, la pequeña escuela, la familia y el alimento

los pájaros

el borracho que lanza injurias y blasfemias de una vida auténtica

nació el mayor de los hermanos (y también el menor)

nació porque estaba escrito que no existiera génesis ni éxodos

un muerto es lo que alimentamos en casa diariamente

se ríe y pide comida del árbol de la desdicha

es el hijo de la chingada: míralo como mueve sus manos y está alegre

dormirá en tus brazos para que no sienta de golpe los lamentos

jugará solo con el perro en la casa de aire, con el caparazón húmedo

festejemos con las canciones más estúpidas, ahoguemos en alcohol

todos los insectos para que aprenda a coleccionar desgracias fermentadas:

cuarto misterio: “la presentación del niño a su corona de espinas”

entre mazorcas pepenadas mirábamos como el horizonte no se

sostiene sobre las casas malhechas

allá los payasos después de la función bebían, y mostraban sus

penes en señal de masturbación

los más chicos que nada entendían le tocaban la verga para

hacerse de monedas

los que estudiábamos nos sumergíamos entre cuadernos

y libros de textos

los que jugábamos en la calle lavábamos coches y barríamos banquetas

vendíamos pan, flores, huesos, la raíz ¿quién quiere comprar raíz?

tener entre sus dientes un poco del desamparo y mascarlo

tendrá por dentro un arbusto o un árbol y sus ojos serán ramas

todo lo que vea será la vista estática

quinto misterio: “la muerte sin la cruz”

en la primera descarga todos voltearon a la calle para saber qué pasaba

-es común- se está peleando la plaza, cualquiera quisiera tener el control

de las ventas

la semana pasada un muerto y dos heridos nos reafirmaban la situación

no se trata de cambiar el país

los libros no estaban adaptados a las condiciones extremas

-y no hablo de pobreza- 

los muertos ya han sido muchos, la cruces que se plantan en las banquetas

ya son muchas, es el hartazgo al miedo y la impunidad 

en la segunda descarga comenzamos a refugiarnos

el asesino huía despavorido y desesperado –sin proponerlo lo miramos a los ojos-

un cuerpo tirado bocabajo con la sangre regada hecha un mar

segundo cuerpo tirado a unos metros

los que vimos los ojos del asesino no podíamos dormir

las imágenes de lo sucedido serán frescas de por vida 

no era el futuro descrito en los juegos de la escuela

no fue el futuro descrito en la aulas, era verborragia

era el infinito acercándose a nosotros, era sobrellevar

no es la pobreza, es sobrevivir, es verborragia, el novenario eterno:  

padre nuestro no dejes que se pierda para siempre la capacidad

de mirar al hombre como no solo materia

no dejes que me convierta en presa-depredadora

no dejes que venga la virgen de los excrementos a pedir más sangre

dios te salve maría, yo también tengo miedo de escuchar la miseria

interna y verla en la calle

¿cómo puedo ver niños así: armados con pistolas, quitando la vida

como un juego macabro, como palabras hechas fuego

poemas con esquirlas, poemas infrahumanos, palabras huecas, palabras

a un miedo atroz, con una arrogancia mortal, con una soberbia asesina

a punto de jalar el gatillo:

Verborragia

verborragia

verborragia

verborragia

verborragia 

verborragia

Señor ten piedad de nosotros

Jesucristo óyenos:

Jesucristo escúchanos 

Padre celestial que eres un solo dios ruega por nosotros:

calles que vienen a eternizar las agonías y las desgracias ruega por nosotros:

Santa Fe: calles pasadas que nunca tuvieron una cama para acostar los niños en un sueño olvidado 

Santa Ana: no dejes que por tus banquetas aparezcan las flores de la muerte, las que retoñan con veladoras y dan como flor una espiga, que nos llenan de lágrimas y nos carcome 

Periférico: no nos encierres entre carros que tienen prisa y cobran vidas a su paso, no nos dejes los puentes solo para cruzar, detén el relieve para mirar el horizonte tan largo y lleno de coches con pájaros nocturnos 

Santa Mónica: no permitas más pistolas, disparos y esquirlas bendecidas; deja que la procesión pase tranquila, que lo más insano sea el borracho de atrás y lo más patético el padre José con su ejército de sevillanas  

Acueducto: regresa los maizales, el campo, carretillas con mulas, los elotes y el viejo camino al pueblo

Santa Mercedes: regresa los papalotes, el empedrado, el camino a la escuela. No importa que el café lo tomemos con tortilla dura en un cuarto agrietado y con goteras

Santa Catalina: engáñanos nuevamente con un futuro, vuelve a meternos a casa con el aviso que mañana hay escuela, regrésanos a las aulas para soñar historias pasadas con los héroes 

Santa Clara: abre tu molino y tu tortillería, sembraremos, cosecharemos, pepenaremos maíz, cortaremos girasoles, y soñaremos con elevar carrizos y cometas encendidas

Santa Paula: reclamaremos la barranca de tierra pómez como nuestra, abriremos el parque aunque tengamos que compartirlo con los vagos 

Santa Esther: cuida al emigrante que marcha de la colonia porque su futuro lo balearon a la vista y con el miedo de todos. Dile adiós y no permitas que regrese

Santa Rosa: prepárate para fiesta religiosa, para recibir a Nuestra Señora del Carmen, para esperar los juegos mecánicos, el hot cakes, los molletes y los juegos pirotécnicos: festejemos con torito prendido, y que sean los buscapiés las únicas luces estruendosas que escuchemos en la calle  

Santa Lucrecia: entierra a tus muertos rápido y olvida lo que aquí sucedió, déjalos solos, olvida la frente y la espalda baleada, olvida las ventas y el lucha por el control del territorio y prepárate para terminar la procesión, que tus muertos saludan al ejercito de sevillanas del padre José

Santa Teresa: encierra a tu asesino, cierra los ojos de tu asesino, cierra la tienda y deja que los niños jueguen sin pistolas, que los niños se emocionen con la corona del castillo subida a lo más alto, deja que llegue a las nubes y provoque la lluvia: nada abra para acabar con el desamparo congénito que traemos en la sangre, escucharemos historias increíbles que se incrustarán en nosotros haciéndonos tenaces y persistentes 

Santa Martha: cúranos, protégenos y sálvanos: no permitas que mueran las palabras, que los poemas sean solo la calle, la angustia, el descaro

Santa Margarita: las aves en desbandada anuncian procesión

los instrumentos de cuerda levantan el ánimo de las mujeres mohosas

que depositan el hambre y el mal agüero de la familia en las oraciones y letanías más gastadas que ellas



 

1. tema para una canción cualquiera

 

llovía con poco de hielo y estábamos en la ciudad

interna, haciendo los propósitos de cada año y alejándonos

“un día la distancia será para siempre nosotros”

será el agua la distancia más próxima, la más callada y no lloraremos:

es difícil la situación interna cuando llueve:

hay temblores, y los temblores invocan temblores pretéritos,

 el temblor de las gotas quema

es difícil describir lo que sucede, responder a lo que pasa, tener respuestas

hubiese escrito solo para reconstruir ciudades si existiera la seguridad que ninguna

mano, (por amorosa que sea) no destruiría

nada  

estos son los poemas que se escriben desde lejos, no en distancias

sino en el tiempo

¿qué tenemos para hoy? flores y los ánimos deshechos, una colección

de anillos que no sirvieron para sellar compromisos, la piel desgastada y un aullido

casi sordo, las copas, vino blanco, paisajes y tus ojos

los recuerdos se desprenden como un

diente de león  viento  mostaza semilla de cártamo  

se caen las palabras como los días del calendario

el gato gordo maúlla para que llegue la noche y se lleve el inventario

de las cosas vanas que se diluyen

los poemas quedan atorados como las estacas o las astillas que echan raíces

son frases frustradas y absurdas como un grito sordo

los significados se pierden y vuelven borrosos, los sentidos se mueren

en los gatos de la noche 

 

2. canción de la ausencia

 

éramos los poetas del barrio

los que siempre traían entre sus manos un poco de licor

en alguna botella escondida

los que fumábamos marihuana de vez en cuando

en el cuando

cuando recitábamos las cosas más intrascendentes

¿dónde quedaron tus brazos y tus labios?

ya no somos, ya no seremos los borrachos grotescos

los amantes olvidados de la esquina

¿dónde están las profundamente estúpidas pláticas

en el patio de la escuela?

inventamos trescientos días en apenas unas cuantas horas

contenidas en nuestros cuerpos que recogíamos con nuestras lenguas

una a una como si fueran monedas o pequeñas migas

que recoge el mendigo

entonces

hablábamos de la lluvia efímera para que los arroyos no dolieran

cuando se formaban en la cicatrices

abrir la flor era abrir las alas sin nombrar al insecto

que mirábamos chupar de la corola

 

 

 

3. balada para un poema inconcluso

 

no dejaba de tocar la guitarra, cuando toca

regresan los días de niño, aparece nuevamente el barrio

es como si de pronto el requinto supiera

que el sonido que llega directo removiera los pasajes internos

es imposible que no nazcan ríos y ríos:

cuatro elementos son los que tiene el agua:

una mañana caía bajo las notas sobre la fuente y allí nos bañábamos

todos juntos, nuestros cuerpos era la melodía

no había conciencia

una canción (la ronda matinal de los que crecen

ahogando el fuego)

el siguiente elemento eran las palabras, la composición de las letras

y el sonido que producen los fonemas:

un tren que pasa demasiado lento para que los viajeros suban y no descansen

el sonido de las flores

el sonido que producen los colores vivos y los payasos y los caballitos del mar

el sonido de un largo y pesado viaje de ausencias, de renuncias

el sonido de un alfiler

el sonido de un temblor de viento:

una vez jugando provoqué una herida que sangró durante 365 días multiplicado

por los años que hay en instante

no sabía de soledades, ni de esta manera de entender el dolor

borrando de las ausencias las imágenes:

el tercer elemento era el vino y la música que evoca:

la fiesta del barrio con sus juegos pirotécnicos

la posibilidad de ser nosotros quienes juegan a la ronda

a la cometa encendida

los que olemos a barrio, a tierra mojada, a calles de piedra

qué hermoso niño, que hermoso juega

la luz que da a su rostro nos deja impávidos

queremos ser el, queremos jugar sin el mayor remordimiento

unadostres por todos los que miran el mundo que desde aquí los veo

los miro palpar, esconderse, lastimarse, engañarse

fornicar con el desconocido, aventarse las ruinas

predicar con la culpa, llevar la culpa a cuestas

hoy me embriagaré hasta que la última gota de sangre sea drenada

hoy dormiré

hoy cantaré

el cuarto elemento que tiene el agua se evapora como un temblor:

soy el yo

la obsidiana o el jade

la lanza, el poema roto e inconcluso, tus días que llegan

a poblar con cercanías versos rotos, penumbras

las canciones que ya no son canciones

el cuarto elemento

es tu voz


la villa

A los niños de la villa en Acatlán de Juárez

 

arréglate; ¡mira que los campos se llenarán de la gente que

desea reverdecer después del eclipse!

qué te podrás hoy: el vestido oscuro lo has portado con infinidad

el amarillo no queda para esperar el día y la noche sentados

el vestido de arena y el de pasto no están a la altura de tal acontecimiento

 ¿el verde?, o ¿el vestido de agua? tu cuerpo desnudo es lo

suficiente delgado para que transpire el viento (no se notará

cuando las notas de la lluvia o del polvo floten como el diente

de león que dejaste ir para que regrese):

no es necesario que te explique que duele las vértebras del mundo:

yo los miré brincando, jugando, despedazándose

jugaban con la pelota descalzos y todo lo que no tenían los hacían felices

no se preocupaban que la vida fuera una piedra:

se asombraban del bosque de lo poco que tenía el otro

lo codiciaban y no lo codiciaban

¿quién se puede explicar la vida con un par de agujetas, un

cuaderno desgastado y un pedazo de periódico de la

vida que no conocen?

tú sabes que estoy en lo correcto, (de no ser así no estaría

buscando nubes):

hoy vino la tristeza a buscarme (le abrí convencido que

permanecería unos segundos)

hoy vino la carga dura de los días junto al agua

(hacía calor, quise refrescarme …)

hoy vino el diablo (el siempre viene)

di instrucciones de no recibir ninguna llamada y

no atender ninguna visita, pero tú sabes lo que

está en juego:

hoy pensaba en ti: un pensamiento que solo se apareció

de improvisto, no llamó, no pidió reservaciones, ni

tampoco tocó la puerta:

-toc-toc-

- ¿quién llama?-

- la miseria y el ave del mal agüero-

¿ves? nadie me conoce mejor que tú

toco tu cuerpo para provocar los espasmos

tu mano siempre lo dirige (se retuerce)

gime y se traga para si un grito (que se calma después de la explosión)

¿lo ves?

a veces veo que los ladrillos se caen como si cayeran fichas

 en esos momentos no estás

maldigo

lloro

reviento las cosas

me reclamo

exploto

una vez así estuve por horas (pensativo)

entre las sábanas

maldiciendo las horas anteriores y las posteriores: la existencia

(la tuya y la mía)

el traspatio de la casa era más grande de lo habitual

en las horas siguientes no cabía; la casa se hizo más chica y más grande

asfixiaba y se volvía tan desierto que la poblé de moscas

allí estuve perdido por días: (algunos días tienen el hambre y otros

un pedazo de pan partido, ovarios, días sodomitas)

cómo no pensar entonces que el pobre ebrio se murió unos instantes

cuando ya no estabas:

las canciones que se escuchan son temores de luciérnagas apagadas

están tristes como el deseo de mejorar la situación

están ebrias:

lejos del mar; el pueblo; la barca; la palpitación en un segundo

lejos del mar; la mañana; tu cuerpo flotante; los colibríes maduros

lejos del mar; tu balcón; un largo hotel de paso; nosotros

lejos del mar; tú

no lloraremos para brindar un amargo, cuando termine la fiesta tu también pedirás partir del planeta

(lo desearás, sé que lo desearás)

siempre se van de la existencia la música y la poesía

la putilla ofrece

tu cuerpo está tan desolado que lo que necesita

es quien lo remiende, quién lo fornique y se lo lleve en pedazos

¿no ves tu rostro? ¿eso es un rostro?

es repugnante que en la noche no haya comida en casa

que la mesa no espere, sino los trastos viejos y sucios

dónde quedó la esperanza, dónde quedaste tu:

cerveza a medio tomar: (amarga, silenciosa)

¿viste la foto?

la tomaron hace un par de días: allí todo parece feliz y no corresponde

nos divertimos mucho dentro de ese cilindro giratorio

yo hacía por correr más rápido como hamsters y logré

que ambos cayéramos (el niño que se ve allí tirado se llama Guadalupe)

moríamos de risas

alegres y cualquiera se contagiaba de eso

éramos parte

éramos todos uno solo

era que (de pronto) no importaba ninguna situación

no importaba si no había mañana o que las noticias

nunca dieran una esperanza (tú sabes que los periódicos no dejan lugares entre las crisis mundiales que

nos afectan más a nosotros)

éramos felices, con una felicidad ingenua y exquisita

si mañana no tenía trabajo no importaba

era más importante caer, tener raspones, jugar

(como no lo hacíamos desde niños, recordando (o dejando que fluyera)

lo que aprendimos)

¿ves? ¿sabes a lo que me refiero?

en el pizarrón uno desdobla pensamientos, encuentra paradojas

reviste el mundo

la soledad de los gises y el eterno color verde

revelan siempre que el mundo no está construido:

¿cómo se vería el mundo acabado en las manos de los niños

que ponen atención a sus lecciones?

¿sería igual a este?

¿será quizá un elefante blanco?

vi ejércitos en las calles y en las carreteras

la gente se espantaba, corría y buscaban refugios

-era obvio- que entre los civiles estuvieran a quienes buscaban

gritaban, maldecían, nos llamaban perros, hijos de su puta madre

yo silbé, me acordé de ti (qué estaríamos haciendo ahora)

las ráfagas iban a todas direcciones –es la guerra- dijo un comandante

dispararon y yo silbé:  ninguna de las balas tenían mi destino

ninguna de las balas traían como destino la muerte

no murió nadie (qué estaríamos haciendo ahora)

es verdad que te extraño, que llegan las horas como una lluvia

nos empapan, hacemos charcos, bailamos, las flores que no

nombramos, (sino que el silencio florece cuando el agua

es lenguaje más exacto para dos cuerpos en ausencia) se deshacen en

nuestra lengua:

hoy pensé en ti nuevamente:

una cerveza a medio tomar (amarga, silenciosa):

la distancia que hay entre las líneas paralelas fue la clase de hoy

¿sabías por ejemplo que por más que se prolonguen

no van a encontrarse nunca?

¿sabías que si trazas una línea desde el cielo hasta tus pies

debes llamarla línea vertical?

¿sabías que si trazas una línea que vaya de tus ojos a donde se

pierde la vista, allá donde la tierra se junta con el cielo, la debes

llamar línea horizontal?

¿y que las líneas que forman dos ángulos de noventa grados

debes llamarlas líneas perpendiculares?

¿qué pasa entonces con la vertical y la horizontal de nuestros cuerpos?

llevo presente la perpendicularidad que formamos cuando nos quitamos las sombras

(ese traje pesado que vestimos muy a diario) aspiramos, nos olemos, proyectamos

a un punto distante, nos trasladamos a los silencios, los habitamos, creamos espacios

para que la parte de nosotros nos reconozca (se reproduzca):

el deseo de que las cosas cambien se manifiesta en nosotros:

una hoja de color puede llenarse de letras y posibilidad de que la familia

llegue es tan grande que los pensamientos vienen antes que

cualquier rostro querido

la buganvilla son las semillas de la espera, y las semillas germinan

en los niños que esperan con ansía el domingo de visita:

sobre una hoja de papel se abren ventanas, puertas

y las puertas y las ventanas cortan y abren distancias

un pájaro vuela al desdoblar la hoja

un árbol crece, una caricia (responde al llamado, a la necesidad de no olvidar

que somos felices, que estamos contentos, que ninguna hambre importa, que

ninguna situación (por ruda que parezca) quita esta importancia de ser niños)

una hoja se desdobla y las palabras tejen el mundo

de tal manera que si le cierras los ojos a tu madre –niño-

le haces ver los peces, la ropa tendida al sol, la tierra, tu ausencia

nunca olvidas, que sus palabras (y la conjunción de ellas) llevan tu tierra

que en si muere tu lengua, se muere los días festivos, se muere las palabras

que tus padres pronunciaron para despedirte, se muere tu raza, los días de guardar y los días religiosos, los castillos, la banda del pueblo, los ovarios de las mujeres que esperan ansiosas tu regreso (cuando seas hombre):

se muere para siempre:

si una sola palabra se muere: tu pueblo como los colibríes que ya no encuentran flores, se mueren porque se muere el eco y la sombra:

un día regresarás a quitar (para siempre) los días funestos, sembrarás en los ovarios, sudarás la tierra y llorarás hijos;

siempre es bienvenida la zarigüeya que tiene entre sus patas espuma

siempre es bienvenida la marmota triste con sus canciones

las lunas paridas por tu vientre

tu olor a coco y a gatopardo salvaje

b i e n v e n i d o s :

el gato gordo de la vecina que todo los días maúlla sólo por maullar, para no dejarnos dormir porque es su capricho

la incapacidad capilar de la que habla Murakami

las historias de policías y ladrones y las historias de vaqueros contra apaches

la mosca atrapada en tu ovario

bienvenidos los recuerdos:

el triciclo apache los nintendos los yoyos duncan las revistas el trompo

la escuela primaria los días lluviosos y las salidas temprano con paletas de hielo

bienvenida la cumbia la charand, el mezcal el tequila y los condones,

bienvenida tu hermana y tu madre la gorda

bienvenidas putas y putos ¡pinches culeros!

bienvenidos los lentes las sillas la música el piso los White Stripes,

bienvenidos las aulas los gises las tristezas la lap top las memorias USB la pornografía

bienvenidos los lobos el aullido la noche los tacones y las tangas minúsculas

bienvenidos tus reclamos tu esperanza tus golpes camarita canon

bienvenido la brisa y el mar y los ojos cerrados con gaviotas y la playa mayate

bienvenidas calles del centro la feria municipal las pastillas rosas y las del siguiente día

bienvenidos – bienvenidos – bienvenidos – bienvenidos

el departamento pronto oscurecerá y será la hora

moriremos sólo unos segundos: cuando despierte el dinosaurio no le digan que ya no está en el cuento

cuando despierte el dinosaurio hágale creer que sigue dormido y que disfrute del eclipse

cuando despierte Blancanieves no le cuenten que sus enanos murieron esperando que despertara

cuando despierte Lois Lane no le digas que Superman se fugó para siempre en un tren de vagabundos

cuando despierte Walt Whitman ofrécele las hojas más secas de América

hoy nos dormiremos nos drogaremos fornicaremos hoy hoy hoy hoy hoy

hoy escucharemos a Velvet Underground a Lou Reed Los White Stripes y a Cream

hoy morderé tus labios hasta que el mar salga de ellos

hoy el tiempo será una metáfora de murciélagos caídos en un poema de José Carlos Becerra

hoy los cerdos estarán esperando que la noche llegue en el día para salir a cantar su victoria

hoy los cerdos estarán volando sobre las margaritas que te nacen en el rostro

hoy amamantarás a los cerdos

les dirás nunca siempre jamás desde luego

hoy será el día y el vestido oscuro ya lo has portado con infinidad

el amarillo no queda para esperar el día y la noche sentados

el vestido de arena y el de pasto no están a la altura de tal acontecimiento

¿el verde?, o ¿el vestido de agua? tu cuerpo desnudo es lo

suficiente delgado para que transpire el viento (no se notará

cuando las notas de la lluvia o del polvo floten como el diente

de león que dejaste ir para que regrese):

arréglate; ¡mira que los campos se llenarán de la gente que

desea reverdecer después del eclipse!


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