sábado, noviembre 20, 2004

poemas de Juan Cervantes y Miguel Angel Leos

Juan Antonio Cervantes
Guadalajara 1974. Sus poemas han aparecido en revistas como Subterráneo, Acentos, espejo humeante.


Yo no puedo decir de Venus
la total belleza de sus atributos de diosa,
de sus ademanes exquisitos
pendiendo en el aura de su aire
y de su mirar perpetuo...
No, yo no puedo decir,
mortal escueto de barro y de saliva...
Puedo decir, por ejemplo, de Patricia,
de Carmen, de la muchacha que atiende
la vitrina estelar en el tercer piso de una tienda;
de Celeste, cromada y tubular,
de Lucrecia, ampona y lúdica como los girasoles...



Uno necesita embriagarse
a sí mismo. Necesita.
Necesita sentirse elefante
para gritar todo el odio de las luces
y el circo, para pararse en una pata
y darle un chingadazo a la gran pelota
que es el mundo.





Señor, una silla de ruedas, es un carruaje tirado
por una ingeniería mas complicada
que el bonito carro que usted transita,
mucho mas complicada y efectiva
que sus diarios aconteceres
en los que usted pende de un hilo
como un asustadizo equilibrista,
a la hora, de ir a conquistar el mundo que a usted le pertenece.
No se estacione señor, usted no es un tonto.
¿ O alguna vez ha confundido el cianuro
con un buen trago de vino ?


Por que hay tantos obstáculos
En el jardín floreado
Para llegar hasta tus piernas

Por que no mejor sentarnos
a pie de tierra
para mirar como nuestros
felinos beben agua
del incendio

Por que no dejarlos
que se laman
que se muerdan
que se rujan como dos lindos gatitos
cuando les falta el aire



No, no sé si verdaderamente me quieras
como dices...
pero, ese es tu problema no el mío.

He aprendido a querer sin que me quieran
y ya no me he desilusionado tanto.

Yo te quiero y bueno,
sino también.



No amor, serenata quizás no pueda llevarte
Tampoco comprarte un lujoso auto último modelo
Darte para gastar en fabricas
O poner tu nombre en una manta blanca
Para colgar de un puente
Con la leyenda de un bla, bla, bla,
Que puedes encontrar en mas torcido árbol

No puedo francamente

Puedo tratar de escribirte un poema
Aunque de poeta no tenga nada
Y sin la necesidad de que te quites los calzones
Diciendo que amas el poema número tres de Neruda
Y su canción desesperada...

Soy franco; En verdad puedo esmerarme

Hacer lo posible para decir
Que tus nalgas son lo esto y lo otro
Que lucen de tal y cual manera
Como un elegante escribano de la generación del 27

En verdad puedo esmerarme

Aunque frente a ellas, pierda por un instante la respiración y la cordura
Y termine pensando en el vuelo algebraico de las golondrinas
Sin saber por que


Fumo o escribo.

O escribo con el humo
mas fugaz y delgado,
o fumo con las letras mas ondulantes
y ligeras :
aquí escribí humo
aquí escribí
aquí



Amor, esta barca de los dos
se la trago el mar
Y ella,
triste y sola,
sigue soñando al faro



Soy feliz de esta manera.
Y si, pueden decir de mi
lo que quieran.
Pueden decir abultadamente
todo, sin excluir pena o falsa culpa
¡Me vale aire!
Si ustedes todavía pretenden
conocerme, o tantearme un poco
para ponerse mis tenis de vate,
donde el bien ponderado fracaso
a enarbolado mi gloria.
En verdad, me vale aire hermano,
que creas que soy un entramado suicida
de los días continuos
Que no hay cabida en esta vida,
de esta manera de solo mirarla, aquí,
sentado en el sillón de mis huesos...
o que pienses, en por que la mercadotecnia del espíritu
no ha logrado poner en mí
la mas mínima oferta por salvarme.

Me vale aire...









Miguel Angel Leos
Guadalajara 1975. Sus textos han aparecido en el informador, espejo humeante, subterrâneo. Actualmente cursa la licenciatura de enseñanza del ingles en la UdeG.


MAL SABOR

Tengo miedo
que tu lengua al saborearme
me sienta añejo
Pero tú tienes la culpa
por tenerme tanto tiempo
en el congelador


CONCLUSIÓN

Miles de luciérnagas apagadas
y cientos de perros callados
logran a-penas
penetrar
la soledad de un hombre


SOMBRAS ABRAZADAS

Sombras abrazadas
caminando pegadas
a nuestros pies
se van diluyendo
mientras pasamos
bajo esta lámpara
AL GUSTO


Córtame
en
pedacitos
cuadritos
o
tiritas


Ponme
como
aderezo
condimento
o
guarnición


Sírveme
caliente
o
frío


Sal
y
pimienta
al
gusto


Pero
cómeme
amor
mío

cómeme
corazón






La forma de decirlo

¿Cómo describirte, amor, rotunda flor de precipicios; cómo decirte, hembra equinoccial, estructurada a todo trance; si estas hojas, vacías, sin expresiones, ignoran tus sabores, tus mudanzas; y reptilizan, aun en los espacios más pequeños, cualquier sombra que murmure vanidad, olvido de uno mismo?

¿Cómo entonces comprobarte mi aurora boreal, almizcle de cama, que ardes arterial por mis estepas, que rompes en sonrisa mi más profunda piel y la hinchas de calor en esos días cuando abundas de ternura y yo sólo frecuento la usada –y en desuso– palabra amor, y trato de desenredarte los misterios de las manos y entregarte, envuelto en un corazón prolongado en incisivos y deshecho en crótalos, un deshojado león de malvavisco, intentando preceder a los derroches de perfume de los posos encendidos en diciembre; para lograr que una puerta, al abrirse, muestre para mí ramos y entrecortados murmullos, incendiados a besos... obteniendo tus insomnes confesiones:

“-Quédate conmigo en mi rincón; alza la vista por mi piel; mírame, sumisa de calor estoy por ti, atrapada en tus convulsiones; radiante, turgente, prudentemente saciada, sabiamente macerada, iniciada en tu saliva...”

...Y que, finalmente, desalada y sin escudos, confieses:

“... Lascivia soy... toda de ti”.


Las piernas de esta mujer
y las paredes de este cuarto son iguales:
viejas y torcidas, blancas y con manchas negras.

Así, espero lo mismo de ellas:
Que en cualquier momento me caigan encima.



ESCONDIDA VERDAD I

Hoy
Que los gusanos
Ya acabaron
Con tu carne
Me doy cuenta
De lo hermosos
Que son tus huesos




ESCONDIDA VERDAD II

Nadie sabe todavía
Donde estamos

Continuemos gozándonos
Mientras ellos
Siguen
Tocando puertas
En tumbas equivocadas


Nota para antes de que te vayas


Cuando algunas cosas empiecen a fallar –por ejemplo que el estéreo se coma la cinta de los cassetes, el refrigerador no enfríe y las puertas rechinen-. Cuando ya no me llene estar tirado en el sofá toda la tarde viendo tele y la tele esté siempre apagada y aún así corten la luz y luego el cable y el teléfono. Cuando la morbosa ave que viene por las noches a dormir en el marco de la ventana por fin se aburra y vuele escandalosa. Cuando deje de ir a trabajar, y engorde o adelgace. Cuando se caigan los posters, una soga cuelgue en el cuarto fatal e inexorable y sea insoportable la depresión, entonces, saldré a los bares a buscarte, a pedirte que regreses. Si te niegas a volver porque es imposible estar conmigo, cambiaré. Ya un poco más calmado, regresaré a trabajar, pondré de nuevo la luz, el teléfono y el cable. Si aún así no regresas, buscaré a alguien más y alguna vez lo encontraré. Con el tiempo, Si se queda, arreglaremos el estéreo, aceitaremos las puertas, cambiaremos el refrigerador y lavaremos el sofá. Luego algún día, cuando me gane su confianza, subirá las escaleras y entrará por primera vez al cuarto. En seguida advertirá la oscuridad y abrirá las cortinas. Fijará de nuevo los posters y guardará la soga en el closet mientras me baño. Y Por fin, esa madrugada, tomando el lugar de la Lechuza, desde la ventana, observarás callado cómo me hace el amor un desconocido, notarás en mi tibieza que no puedo olvidarte y finalmente entenderás cuánto me dolió hoy que te hayas ido.
Las reflexiones de los topos



Fumemos el azar
Ya que no es indispensable
Cambiar de hombres con las piernas cruzadas
A mujeres con las piernas abiertas
Enfundados todos en trajecitos
Resistiendo a la soledad
Que chorrea el tiempo

El sexo abre puertas nuevas
Nuevas lágrimas para viejos rostros
Nuevas tumbas para viejos panteones

Ya debería ser doble el día de muertos
Lebreles azotados
Maricas
Prófugos
Encadenados:

A la misoginia
Al tumulto
A los barbitúricos
A la seguridad de un banco
A los labios –sed de la cópula mas alta del hombre-

Esta noche voy a escribir como caen muertos los pájaros
Perpendiculares
Con velas en las manos
Regocijando las miradas
Las fuentes
Los retazos de mente limpia
Cada par son ojos nuevos
Que ocultan patadas y puñetazos
Tremendo estupor el pánico

He abierto un cementerio en mis pulmones
Por eso de su color

Y me enfundo en los camiones
Y me meto en la ciudad
Gris y terracota la ciudad
Como tus ojos que me vieron por ultima vez
mientras ponía las últimas piedras de mi cripta
Al tiempo que noche y nervios agazapados
Restituían mi virilidad

Escafandras para los pecadores
Para los limpia-vidrios de las esquinas
El calvo de justicia no tiene un pelo de tonto
Y mi abuela aún sueña con su pedazo de cielo

Legítimas utopías que escapan por la herida que me hizo el escalpelo
Y se me atoran dos lágrimas en los testículos
¡que huevos de cabrón!
Un perro atropellado
Despedazándose entre las llantas del automóvil de Dios

Profundas preñadas prostitutas
Pasean por el miembro henchido de un policía
Y el mundo me pide de comer
Cuando junto latas por avenida Alcalde
Y orino y dejo un rastro de sangre en los mosaicos.

La plaza de los fantasmas
(fragmentos)


-Salir de este reducto de sombras apenas envuelto en prejuicios

La noche tiende su lienzo
Yo paso gran parte sentado chorreando insomnio y comiendo frijoles negros

Cada quien sabrá
A lo mejor otro descansa placidamente en un martillo
Mientras se escarba la nariz y masculla y retuerce un recuerdo

Es bueno acordarse de lo que uno quiere acordarse
Y es bueno olvidar lo que uno quiere volver a sentir

Toda ilusión tiene su lado bueno
Te hace perder el tiempo por un rato
Y después tratar de recuperarlo
Así lo pierdes dos veces

Pero no creo haber olvidado mi muerte
No ahora que estoy tan lejos de la tierra de los perros
Y s
u
p
u
r
o aburrimiento
en esta pura vida
Descaradamente intoxicado

A veces hago cosas que a la gente no le parecen reales
Y ellos creen que lo están soñando todo
Y que lo van a olvidar pronto
Pero no lo olvidan
Y es que lo que hago lo clavo duramente en sus cerebros...

-¿Y ellos?-

-Como si nada, sorbiendo sus nieves medio derretidas debajo del aliento de sus narices mientras se descosen los puntos de la lobotomía general y la hipotermia que supuran va congelando el pasto y el concreto que pisan al tiempo que se va sintiendo mi desesperación y los maldigo:

¡Necrófilos
putas
homosexuales reprimidos!


¡Púdranse
fórjense un ataúd de acero y escondan sus inhibiciones!
¡Enchúfense una video casetera en el culo y vean películas con el estomago!

Yo sigo chorreando insomnio y comiendo frijoles negros



II


¿Dónde están enterrados nuestros huesos este año?
-En el cielo (mi tía, que es muy católica)-
-En el mundo que deriva de los sueños y quimeras (un demagogo)
-En el tango (un nostálgico de Gardel)

-En verdad, alguien dígame ¿Dónde están, en la basura, bajo una bandera de miedo?...

(Como se siente feo la verdad repegada a la carne... y no por el hecho de sentirla, sino porque intenta perforarte hasta la médula para hacerte ver que una bomba ya cayó en el parque de tus diversiones, que ya mato a las putas, a los homosexuales y a los ancianos... ellos también merecen el paraíso...)

¿Dónde están escondidos nuestros huesos este año?














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